Croniquilla del verano y otoño sangriento de 1936. Siguen las sacas domiciliarias y carcelarias en el entorno de Ciudad Rodrigo. Necrologio de la primera tanda

Los registros domiciliarios y las detenciones que los testimonios orales señalan por estas fechas en varios pueblos, cuando las víctimas elegidas no pudieron esconderse o fugarse a Portugal, más tarde o más temprano terminaron en ejecuciones extrajudiciales, que se intensifican por estas fechas. El día 9 de agosto aparecieron dos cadáveres entre los kilómetros 62 y 63 de la carretera de Salamanca (dehesa de Castillejos, término de Martín de Yeltes), que debían de ser los de los bodoneses Ángel ACOSTA y Agustín PINO, aunque no se puede excluir que en lugar de éste se tratara de Feliciano GALÁN, según el acta de defunción eliminado en el término de La Fuente de San Esteban (ver necrologio del 11 de septiembre).

Debido a la escaramuza del día 19 de julio y a los intentos de aplicación de la reforma agraria en la primavera anterior, la represión cruenta e incruenta de El Bodón fue extensa e intensa. Se inició con la proclamación del estado de guerra, se prosiguió con las detenciones del mes de julio (croniquilla del 27 julio) y las muertes que aquí se describen y alcanzó hasta después de la guerra con procesamientos, prisiones, depuraciones y sanciones por “responsabilidad civil”. En total se han identificado varias decenas de bodoneses represaliados:

 

* 18 víctimas mortales y varios forasteros asesinados en su término

* 3 víctimas mortales “indirectas”

* 14 detenidos y presos (informados y procesados)

* 4 depurados (dos de ellos también presos)

* 4 sancionados o embargados (dos de ellos también detenidos / presos), seguramente fueron más numerosos.

 

En otras croniquillas se ofrecerán detalles. De momento ofrecemos el necrologio de la primera tanda de El Bodón:

 

Ángel ACOSTA BARRAGUÉS, de 52 años de edad, hijo de Cesáreo y de Santiaga, guardia civil retirado, casado en segundas nupcias con Juana Galán Gutiérrez, con quien tenía una hija, después de haber estado casado en primeras nupcias con Petra Galán Gutiérrez, de cuyo matrimonio le quedaban tres hijos; falleció, por “herida de arma de fuego”, en el término de Martín de Yeltes el día 9 de agosto de 1936, en cuyo cementerio fue enterrado (act. def. 09/08/36, RCEB, act. def. 02/04/40). Hoy se puede afinar y confirmar casi con seguridad que fue asesinado la noche del 8 de agosto de 1936 en el la dehesa de los Castillejos, donde apareció su cadáver junto a otro entre los kilómetros 62 y 63 de la carrera de Salamanca a Ciudad Rodrigo, término de Martín de Yeltes, donde se registró como DESCONOCIDO. En su vestimenta se encontraron las iniciales de su nombre y primer apellido, “A.A.”, de donde se puede deducir su identidad nominal. Era suegro de Serapio MONTERO, que también se creyó asesinado entonces, según se deduce de las actas y confirman los testimonios, aunque de hecho fue víctima de la saca carcelaria del 11 de septiembre (Iglesias 2008a).

Agustín PINO SÁNCHEZ, de 28 años, natural de Alberguería de Argañán, hijo de Ignacio y de Cristeta, jornalero, presidente de la Sociedad Obrera (STT), casado con Teresa

Pérez Zamarreño, de cuyo matrimonio le quedaba una hija, falleció en “despoblado” el día 9 de agosto de 1936, la causa “no consta”, fue enterrado en el cementerio de Sancti-Spíritus (RCEB., act. def. 08/01/43, “a instancia de la viuda”). A pesar de estos datos oficializados, no puede descartarse que su cadáver fuera el del DESCONOCIDO que se halló en los Castillejos (Martín de Yeltes), junto al de Ángel ACOSTA, a no ser que su descripción corresponda a la de Feliciano GALÁN. Quizá sea la misma persona que Gonzalo Pino Sánchez (a no ser que fuera un hermano), regidor de la comisión gestora nombrada por el gobierno provincial del Frente Popular (AMEB, act. ses. 12/03/1936), varios de cuyos miembros serían asesinados (Iglesias 2008a).

Feliciano GALÁN RODRÍGUEZ, de 45 años, hijo de Juan José y de Rogelia, jornalero, electricista, casado con Valentina Medina Hernández, sin hijos, falleció en Fuentes de San Esteban el día 16 de agosto de 1936, a consecuencia de “heridas de arma de fuego”, sin constancia del lugar donde fue enterrado (RCEB, act. def. 22/12/40, “a instancia de la viuda”). No se puede excluir que fuera eliminado en la misma fecha y lugar que Ángel ACOSTA, término de Martín de Yeltes, en cuyo cementerio habría sido enterrado, a juzgar por testimonios orales (Iglesias 2008a).

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